La espectacular Capilla de Aranzazú

Los franciscanos eligieron construir templo y convento al sur de la ciudad, para continuar con su misión como evangelizadores, y para ser casa capitular de la Provincia de Zacatecas. El historiador Rafael Morales Bocardo menciona que la obra definitiva del templo abarcó de 1686 a 1692, periodo en que se levantaron los muros de la nave, las bóvedas, el coro y los cimientos de la capilla de Nuestra Señora de la Consolación; la orientación de la nave del templo, oriente-poniente, obedece a razones místicas de la propia orden.

Del convento del templo de San Francisco se conserva en la segunda planta la espectacular capilla de Aranzazú, contemporánea a la sacristía, cuya construcción de inició en 1749, con planta de cruz latina, bóvedas de arista y cúpula octogonal ornamentada con molduras y vegetación; destacan las pilastras en forma troncocónica de los contrafuertes en donde se apoyan las bóvedas; se conserva también el lavamanos de la sacristía y la mitad de esta, demolida en parte junto con el camarín con la venta de solares que permitieron las Leyes de Reforma para la apertura de la calle de Tercera Orden (hoy, Galeana).

La portada de esta capilla es interior, cubierta por una cúpula de media naranja rebajada sin tambor, con ventanas sobre las pechinas con un tratamiento de luz especial que baña la portada, trabajada en cantería, organizada en dos cuerpos, el primero con pilastras estípites y arco mixtilíneo con clave ornada que enmarca la puerta y dos nichos; el segundo, integrado por un nicho con estípites y dos medallones. Otro elemento que la distingue es la ventana del presbiterio, que en su exterior presenta una elaborada talla con estípites; la capilla quedó concluida en 1760.